Elegir bien las cuerdas para tu violín es un factor clave en la calidad del sonido que consigas. Por eso, adquirir unas buenas cuerdas para violín es una inversión más rentable que cambiar de instrumento en relación con la mejora de sonido que proporciona.
Pero para saber cómo elegir una buena cuerda para tu violín antes debes conocerlo todo sobre esta parte de tu instrumento. Quédate aquí y sigue leyendo para saberlo todo sobre las cuerdas de violín.
Tipos de cuerdas para el violín
Hay cinco tipos de cuerdas para violín principales: cuerdas de tripa, cuerdas metálicas, cuerdas de nylon, cuerdas sintéticas y cuerdas de estudio.
Cuerdas de tripa
Las primeras y únicas cuerdas antes de que surgieran cuerdas de otros materiales. Tradicionalmente se fabricaban con intestino de oveja. Actualmente son las más caras del mercado y las utilizan los intérpretes de música barroca que buscan un sonido fiel al original, aunque también se manufacturan variaciones con unas aleaciones metálicas. Son elegidas por los profesionales debido a la potencia de su sonido.
Para muchos músicos suelen ser las cuerdas preferidas al apreciar que su sonido es más natural, rico y suave, relacionándolo a la voz humana. Un punto negativo es que se ven muy afectadas por los cambios de temperatura y humedad, por lo que se deben afinar frecuentemente. También se deterioran más fácilmente y su vida útil es muy limitada. Además, su respuesta es más lenta de lo normal, así que es necesario una interpretación más ligera.
Cuerdas metálicas
La alternativa más barata y, por ello, la más común en los violines de precios bajos. Tienen más durabilidad que las de tripa, aunque son poco flexibles y se rompen con más facilidad.
También son más sensibles a los cambios de tensión, por lo que tienes que tener cuidado al afinarlas. De hecho, para este tipo de cuerdas se recomienda utilizar cuatro microafinadores, uno para cada cuerda. Lo bueno es que mantienen muy bien el tono. Su respuesta es rápida y son muy utilizadas por los músicos de jazz.
Cuerdas de nylon
Las cuerdas de nylon son flexibles y resistentes a la vez, por lo que son perfectas para aquellos violinistas a los que no les gusta el sonido de las cuerdas metálicas pero sí les gusta su vida útil. Se pueden encontrar en tres variantes: tensión baja, mediana y fuerte. Lo más recomendable es probar las diferentes opciones o mezclarlas hasta encontrar el sonido personalizado ideal.
Cuerdas sintéticas
Las cuerdas más populares y utilizadas por su buen desempeño y su precio asequible. Su sonido es similar al de las cuerdas de tripa, pero con un tono más brillante. También son más fáciles de usar y con una mayor durabilidad, todo esto a un precio más barato que las cuerdas de tripa. Si las comparamos con las cuerdas metálicas, las cuerdas sintéticas tienen un sonido más dulce.
Hay una inmensa variedad de marcas y referencias, que facilitan soluciones a casi cualquier tipo de violín. Tienen que disponer de varias horas para que tomen su verdadero sonido y puedan mantener su afinación.
Cuerdas de estudio
Estas cuerdas se caracterizan por tener una mayor durabilidad con menor proyección. Ofrecen un sonido suave, profundo y cálido, por lo que son perfectas para estudiantes. También soportan variaciones climáticas.
¿Cómo elegir una buena cuerda para el violín?
Para elegir las mejores cuerdas para tu violín debes tener en cuenta los siguientes factores: el sonido, la duración, la calidad y el mantenimiento.
El sonido de las cuerdas de violín
Dependiendo del uso que le vayas a dar al violín deberás centrarte más o menos en este punto, pues no es lo mismo un violín de estudio, que uno de concierto, que uno de orquesta. Un mal sonido puede perjudicar no sólo la sonoridad del instrumento, sino la calidad del estudio del intérprete.
La duración de las cuerdas de violín
La duración de las cuerdas dependerá de la marca que las fabrique y del tipo que sean, como has podido comprobar. También dependerán del uso, por lo que no es frecuente encontrar en las marcas de las cuerdas indicaciones acerca del vencimiento de las mismas.
La calidad de las cuerdas de violín
El precio puede ser un buen indicador de la calidad de las cuerdas, aunque no siempre tiene por qué ser así. Lo mejor es revisar los materiales de los cuales están fabricadas las cuerdas y, si es posible, probarlas para prestar atención al sonido, comparar y elegir la de mejor calidad.
Ten en cuenta que después de tocar debes pasar un paño por debajo y encima de las cuerdas, en la madera y en el arco (no sobre las cuerdas del arco, sino sobre la madera) para retirar la colofonia. De lo contrario, la resina se aferrará a la madera y a las cuerdas, llegando a gastarlas.
Si la colofonia ya se ha aferrado al instrumento puedes recurrir a limpiadores para violín, o a un cepillo con agua y jabón neutro o sin olor para lavar la zona afectada y secar inmediatamente con un paño seco.
¿Cuándo se deben cambiar las cuerdas del violín?
Las cuerdas de violín no se deben cambiar sólo cuando se rompen o deterioran visiblemente, sino cuando han sido utilizadas durante mucho tiempo, ya que comienzan a perder afinación y/o suenan más apagadas.
No existe un momento exacto para cambiar las cuerdas de violín, pues depende de muchos factores: de cuántas horas se toque, de cómo seas de pulcro, del sudor de las manos y más. Además, cada tipo de cuerda tiende a tener una duración determinada: las metálicas duran más y las de tripa, menos.
Las cuerdas duran más si se mantienen limpias y protegidas, así que debes limpiarlas siempre al terminar de tocar.
¿Sabes afinar las cuerdas del violín?
La mejor forma de afinar un violín es recurrir a un afinador. En nuestra tienda online tienes varios modelos a elegir, como el afinador cromático Musedo T4-S, el afinador Stagg CTU-C1 o el metrónomo y afinador Musedo MT-40. Los tres tienen diferentes modos, por lo que también puedes utilizarlos para afinar guitarras, bajos y ukeleles.